6; 7 y 8 de Octubre, 19 hs: Club Villa Nájera (Junín 2432, San Fernando)
8 de Octubre, 14 hs: Plaza de Las Tunas (Sacristi y Martín Coronado, Las Tunas)
9 de Octubre, 15 hs: Darwin y Corrientes, Barrio Villa del Parque, Luján
Pues claro que no eran tipos racionales. No era lógico lo que planteaban. Soñaban con imposibles; con construir mágicos mundos que alberguen miles de millones, con conquistar los antiguos ríos de los que brotan peces y cañas para los pescadores, de encontrarse con otros irracionales que atraviesen las fronteras del espacio, las fronteras del tiempo para tejer redes de memoria, de paz y de justicia.
Pues claro que no eran tipos de razón. La razón es la mano de los imperios, de los escritorios, de las universidades pero ellos querían la sangre del tambor. Querían beber las pócimas de los viejos chamanes que le darían ritmo a sus pies. Fue entonces que un sabio cacique les habló del teatro popular:
−El teatro que se realiza al aire libre, con entrada gratuita y en los lugares en donde no suele estar. El teatro que reivindica su origen gaucho y circense como su presente murguero. Teatro que recorre plazas, escuelas y barrios por los rincones más distantes de toda nuestra América. El teatro que aporta su mirada critica al “orden” en el que se vive. ¡En el teatro popular… está la fiesta!
Entonces se agolparon en las barriadas populares un sinnúmero de artistas para decir que no hay margen para el escepticismo. “Las organizaciones artística, juveniles y barriales son el fundamento de tanta esperanza. Son ellas las que, de manera independiente, se ponen al hombro tal cometido: garantizar esta fiesta del pueblo y para el pueblo.”
Así vendrán en este octubre artistas de tan lejanas latitudes latinoamericanas ¿lejanas dije? Que absurdo… lejanía no se condice con estas naciones hermanas. ¡Justamente su proximidad es el motivo de la fiesta! Proximidad carnal, espiritual y cultural.
El teatro popular rebalsará las veredas, para que en los barrios de San Fernando, Las Tunas Y Luján puedan mirarse al espejo latinoamericano. Para que todos vean ese corazón; un corazón nativo, negro, inmigrante, perseguido.
De allí les nace otra razón que va tejiendo un sueño imposible. Para edificar sobre el agua (que es la única manera en que se macera el futuro). Para construir en un lugar microscópico, en un tiempo mínimo algo de la eternidad. Algo que quedará para siempre, algo que será futuro, algo que ya no será ni latinoamericano ni de ningún lugar, sino de todos: un pueblo libre, lo que es, cada hombre feliz.
−¡Señoras y señores, niñas y niños! ¡La fiesta ya comenzó! No vaya a perder su lugar. Teatro popular para toda la familia de Nuestra América. Música que invitará al baile de los pueblos inclaudicables. Poesía, murales y mucho más los espera a la vuelta de la esquina… la entrada es libre y gratuita. ¡Todo a beneficio de usted mismo!
Ya resuenan en las calles los bombos y los cánticos…este octubre habrá mucho más que campañas electorales…este octubre hay teatro popular de Nuestra América.
Pues claro que no eran tipos de razón. La razón es la mano de los imperios, de los escritorios, de las universidades pero ellos querían la sangre del tambor. Querían beber las pócimas de los viejos chamanes que le darían ritmo a sus pies. Fue entonces que un sabio cacique les habló del teatro popular:
−El teatro que se realiza al aire libre, con entrada gratuita y en los lugares en donde no suele estar. El teatro que reivindica su origen gaucho y circense como su presente murguero. Teatro que recorre plazas, escuelas y barrios por los rincones más distantes de toda nuestra América. El teatro que aporta su mirada critica al “orden” en el que se vive. ¡En el teatro popular… está la fiesta!
Entonces se agolparon en las barriadas populares un sinnúmero de artistas para decir que no hay margen para el escepticismo. “Las organizaciones artística, juveniles y barriales son el fundamento de tanta esperanza. Son ellas las que, de manera independiente, se ponen al hombro tal cometido: garantizar esta fiesta del pueblo y para el pueblo.”
Así vendrán en este octubre artistas de tan lejanas latitudes latinoamericanas ¿lejanas dije? Que absurdo… lejanía no se condice con estas naciones hermanas. ¡Justamente su proximidad es el motivo de la fiesta! Proximidad carnal, espiritual y cultural.
El teatro popular rebalsará las veredas, para que en los barrios de San Fernando, Las Tunas Y Luján puedan mirarse al espejo latinoamericano. Para que todos vean ese corazón; un corazón nativo, negro, inmigrante, perseguido.
De allí les nace otra razón que va tejiendo un sueño imposible. Para edificar sobre el agua (que es la única manera en que se macera el futuro). Para construir en un lugar microscópico, en un tiempo mínimo algo de la eternidad. Algo que quedará para siempre, algo que será futuro, algo que ya no será ni latinoamericano ni de ningún lugar, sino de todos: un pueblo libre, lo que es, cada hombre feliz.
−¡Señoras y señores, niñas y niños! ¡La fiesta ya comenzó! No vaya a perder su lugar. Teatro popular para toda la familia de Nuestra América. Música que invitará al baile de los pueblos inclaudicables. Poesía, murales y mucho más los espera a la vuelta de la esquina… la entrada es libre y gratuita. ¡Todo a beneficio de usted mismo!
Ya resuenan en las calles los bombos y los cánticos…este octubre habrá mucho más que campañas electorales…este octubre hay teatro popular de Nuestra América.
